Vivir de la Mar. La vivienda marinera hace un siglo
Abril 2016
Sala de Exposiciones de la Antigua Rula.
C/ Claudio Alvargonzález, s/n. Gijón.
- Abril-Diciembre de 2016.
- Horario de Otoño-Invierno: de 11:00 a 14:00 y de 16:30 a 20:30 horas de jueves a domingo incluidos.
- La sala permanecerá cerrada Lunes, Martes y Miércoles.
- Entrada libre.
Se ha realizado un montaje de una imaginaria vivienda marinera, que pudiera corresponder a un tipo de hace 80 – 100 años, cuando las carencias eran verdaderamente grandes y afectaban a todos los ámbitos de las viviendas de trabajadores (no sólo de la mar). Para ello se emplearon materiales auténticos de época, tanto en el mobiliario de cocina y dormitorio como en los aparejos que se pueden ver almacenados en la bodega.El Museo Marítimo de Asturias (Luanco), con el patrocinio de la Autoridad Portuaria de Gijón, realiza esta exposición con el ánimo de que sirva de homenaje a las gentes de la mar. Y lo hace en este local, tan próximo a la Cimadevilla pescadora, donde aún hoy se ve la huella de este duro pasado, y donde las mujeres de los pescadores, que tanto saben de la pérdida de vidas infantiles, desfilan en procesión cada mes de septiembre hasta el monumento que Gijón levantó en 1955 a Alexander Fleming, descubridor de la penicilina, para honrar su memoria.
Seis paneles de 100 x 70 cm., visibles al acceder a la sala, ilustran, con texto y fotos, las circunstancias del modo de vida marinero de la época (vivienda, vestimenta, familia, la mujer y la infancia). A continuación, accedemos a la casa marinera, cuya disposición es la siguiente: La fachada principal corresponde a una casa de planta baja, en cuyo exterior hay depositados objetos de uso cotidiano: remos, un vivero, un espejo, una nasa, una potada…
Al acceder a la vivienda, a un lado y otro de una especie de pasillo, se sitúa, a la derecha, la bodega, un cuartucho donde se almacenan aparejos y artes de pesca (redes, paxas, gaxartes, nasas, cuadernales, cañas, botas, baldes, muletas, tarrafines, …), y a la izquierda una alcoba con una cama de hierro, su mesita, armario-perchero, una cómoda, una cuna y un aguamanil.
Sigue el recorrido con un pequeño espacio, el retrete, donde se encuentra un aguamanil con jabón y estropajo, y un retrete “portátil”, es decir, un cajón en cuyo interior hay una bacinilla.
Se pasa a continuación a la cocina, que es el lugar en que se hacía la vida por disponer del calor derivado del hogar (en este caso una fogón sobre ladrillos, cuyos humos recoge una gran chimenea). Un armario para la vajilla, una mesa-masera, un banco, sillas y los utensilios consiguientes llenan este espacio, del que parte una escalera interior que da acceso a las imaginarias habitaciones superiores.
Atravesada la vivienda, se accede a un supuesto patio, en el que está la ropa tendida, un gran barreño con su tabla de lavar, un tendedero para el secado de la cabuyería utilizada en las faenas de pesca y otro para la red de abareque. En ese espacio el visitante puede ver un video que resume los aspectos derivados de la “vida marinera” ya citados (vivienda, vestimenta, familia,…).
En el recorrido para la salida se pueden observar fotografías de casas marineras de diferentes villas costeras asturianas.