Se subastaron 8,5 millones de kilos de pescado.

Lonja Gijón ha cumplido con las expectativas previstas para 2022. Al cierre del año, la facturación ascendió a 23,1 millones de euros, lo que supone una disminución del 17% con respecto a 2021 (27,7 millones de euros). En volumen subastado, la rula sufrió una disminución del 43% con respecto al año anterior, en el que el bocarte registró máximos históricos.

A pesar de los resultados, el balance es positivo puesto que 2021 estuvo marcado por la excelente campaña de bocarte, que alcanzó cifras de venta e ingresos muy superiores a los previstos. En 2022 se subastaron 3.131.730,70 kilos -la mitad que en 2021- por un importe de 9.450.424,70 euros. El precio medio de venta fue de 3,02 euros el kilo, casi un euro más que el año anterior.

En el ejercicio pasado también influyó positivamente la campaña de bonito, una de las más relevantes para Lonja Gijón. Se subastaron 1.408.193 kilos frente a los 973.234,5 de 2021 y la campaña supuso unos ingresos de 6.235.188,13 euros (3.646.298,69 euros en 2021). El precio medio de esta especie en la rula gijonesa fue de 4,43 euros, un importe superior al de 2021 (3,75 euros).

En cuanto a la xarda, el pasado año se rularon 1.585.390,80 kilos, algo por debajo de las cifras de 2021 (2.234.490,80 kilos). Con un precio medio de 1,80 euros, la facturación total fue de 2.857.459,81 euros. Además, en 2022 también se subastaron 716.802,70 kilos de chicharro, con un precio medio de 1,13 euros.