De los 14,9 millones de toneladas de 2009, el Puerto cerrará este ejercicio en torno a los 21 millones
La labor principal del Puerto, como repite a menudo su presidente Laureano Lourido, no es otra que facilitar el paso de mercancías a su llegada y salida por los muelles. “Nosotros no somos un motor: no compramos, ni vendemos”, señala Lourido, “nos limitamos a favorecer el paso de mercancías de la forma más ágil y competitiva”.
Si se tiene en cuenta la última década, entre los 20,8 millones de toneladas que se movieron por el Puerto en 2007 y los 21 millones en previsión para 2017 apenas hay diferencia. Sin embargo, por el medio han pasado los años duros de la crisis que hicieron caer, entre otros indicadores, el volumen de mercancías hasta los 14,6 millones de 2009, la peor cifra de la serie.
Desde entonces, la evolución ha sido constante y progresiva, dato que se refleja no sólo en el volumen de mercancías movidas, sino en la rentabilidad obtenida por ellas. Si en 2011, año marcado también por los costes de las obras de ampliación, por cada tonelada se perdían 0,86 euros, ya en 2016 ese dato fue positivo: 0,06 euros ganados por tonelada. Y la tendencia en 2017 sigue al alza: el Puerto cerró el primer semestre con 11 millones de toneladas movidas por la terminal y una rentabilidad media de 0,33 euros por tonelada; es decir, cinco veces más alta que en 2016.
Como dato adicional, es importante señalar que en los primeros nueve meses de 2017, los contenedores que salieron de El Musel supusieron un 68%, frente al 32% de entrada. Si se compara con el mismo período de 2016, las exportaciones crecieron un 19,6%, mientras que las descargas lo hicieron en un 13,6%.