En el Puerto de Gijón se realiza un control operacional de aquellas actividades relacionadas con sus aspectos ambientales significativos, con los riesgos ambientales que la organización tiene identificados y con los requisitos legales aplicables y otros requisitos que la organización suscriba, y en especial las relacionadas con la calidad del aire.
Los agentes implicados en la implementación de estos controles son los siguientes:
La Autoridad Portuaria de Gijón, a través de la ordenación de los graneles aleja de la ciudad las zonas de almacenamiento y manipulación de granel.
Además, mediante el riego periódico de los viales y explanadas del puerto evita la resuspensión de partículas al paso de los vehículos pesados.
Con la aplicación de estas medidas, la APG reduce en gran medida el impacto ambiental por emisión de partículas a la atmósfera.
El transporte de mercancía en el interior del puerto es un factor clave en la diseminación y resuspensión de partículas a la atmósfera.
Con el fin de evitar dicha resuspensión de partículas, los transportistas:
Las empresas privadas que operan en el puerto con mercancía a granel cuentan con licencias otorgadas por la Autoridad Portuaria, pero además deben disponer de la correspondiente autorización como empresa potencialmente contaminante de la atmósfera (APCA) concedida por el Gobierno del Principado de Asturias.
En dichas autorizaciones, y en función del tipo de granel, se detallan los requisitos que estas empresas deben de cumplir para desarrollar su actividad con el fin de asegurar que esta se va a realizar sin riesgo de generar impactos ambientales negativos:
Entre los requisitos exigidos tanto en las licencias como en las APCA están:
