Mañana jueves, 28 de abril, se inaugurará en la sala de exposiciones Antigua Rula la muestra ‘Vivir de la mar. La vivienda marinera hace un siglo’, que podrá visitarse hasta finales de año de 11 a 14 horas y de 16,30 a 20,30 horas, con entrada libre.

La Autoridad Portuaria patrocina esta exposición, realizada por el Museo Marítimo de Asturias, que pretende rendir homenaje a la gente de la mar y mostrar el modo de vida de los pescadores hace cien años. Para ello, reproduce la disposición de una imaginaria vivienda marinera de la época, con sus carencias y sus principales características a través de un recorrido por sus diferentes estancias para el que se han empleado materiales auténticos de la época,tanto en el mobiliario de cocina y dormitorio como en los aparejos que se pueden contemplar almacenados en la bodega.

A las 12’30 horas, el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Laureano Lourido, presentará la muestra a los medios de comunicación junto al comisario de la exposición y director del Museo Marítimo de Asturias, José Ramón García.

Sobre la muestra

Seis paneles de 100 y 70 cm. hacen las veces de prólogo, ilustrando con texto e imágenes las circunstancias del modo de vida marinero de la época, antes de acceder a una fachada principal que responde a una casa de planta baja con objetos de uso cotidiano en el exterior, tales como remos, un vivero, un espejo, una nasa o una potada.

Una vez dentro, a un lado y otro del pasillo se sitúa una bodega donde se almacenan aparejos y artes de pesca y una alcoba, con una cama de hierro, su mesita, su cómoda, un armario-perchero, una cuna y un aguamanil –jarro utilizado para lavarse las manos-.

El recorrido continúa con un pequeño espacio con un retrete, un aguamanil con jabón y estropajo y un retrete portátil, hasta llegar a la cocina, el lugar en el que se hacía la vida por disponer del calor derivado del hogar. En ella se pueden ver un fogón sobre ladrillos, armario para la vajilla, una mesa masera, un banco, sillas y los utensilios habituales de un espacio del que parte una escalera interior que daría acceso a las imaginarias habitaciones superiores.

Un patio con la ropa tendida, un gran barreño con su tabla de lavar o un tendedero para el secado de los utensilios empleados en las faenas de pesca rematan una exposición que se completa con un vídeo que resume los aspectos derivados de la vida marinera y varias fotografías de casas marineras de distintas villas costeras asturianas.