Tras algo más de cuatro meses de trabajos, el pasado 14 de diciembre la linterna del faro de Cabo Peñas volvía a lucir.

Tras algo más de cuatro meses de trabajos, el pasado 14 de diciembre la linterna del faro de Cabo Peñas volvía a lucir una vez concluidas las labores de rehabilitación motivadas por el gran deterioro que presentaba el conjunto, en especial la parte acristalada, donde la oxidación de los montantes y el consiguiente aumento de volumen habían provocado la rotura de la práctica totalidad de los cristales. También se apreciaba un importante deterioro en los extremos, en la galería exterior y en la cámara de servicio, incluyendo la escalera de subida y la exclusa de acceso al balcón. En definitiva, la linterna se encontraba muy estropeada en las partes cuyo material es hierro fundido. Para su reconstrucción se utilizaron, en la medida de lo posible, los elementos originales que se pudieron recuperar de la primitiva e histórica linterna, como el cupulino con su veleta y rosa de los vientos, las escaleras, los aros de sujeción en el cupulino y el de la parte inferior del recogeaguas, al igual que la galería interior de la linterna. También se pudieron emplear los escalones de la escalera de subida desde la cámara de servicio a la de iluminación. El conjunto, que visualmente respeta su forma y aspecto original, está diseñado para resistir una velocidad del viento de hasta 160 kilómetros por hora.