Pese al efecto de la crisis sanitaria sobre los tráficos, la descarbonificación y el ajuste siderúrgico, así como las distintas bonificaciones realizadas a agentes portuarios
La crisis sanitaria, que incidió de forma acusada en determinados tráficos, así como la creciente descarbonificación y el ajuste temporal de la producción siderúrgica en Asturias marcaron el cierre económico provisional de la Autoridad Portuaria de Gijón en 2020.
A ello debe sumarse, como consecuencia, las bonificaciones aplicadas a la actividad de distintos agentes portuarios, y en especial en los capítulos relativos a las tasas de ocupación, las bonificaciones por tráficos mínimos, así como aplazamientos de diversas obligaciones de pago.
Pese a todas las circunstancias referidas, las cuentas arrojan un resultado antes de impuestos de 1.130.567 euros y un beneficio neto –provisional– de 847.925 euros, frente a los 4.778.000 de 2019.
Todo ello fue analizado en el último Consejo de Administración, durante el que se procedió también a renovar en el cargo de vocal del Consejo, en representación de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Gijón, a Félix Baragaño Suárez.
Por otro lado, cesó en el cargo de vocal del citado órgano en representación de los sectores empresariales relevantes en el puerto, Romualdo Alvargonzález Figaredo; y nombrado en su sustitución Santiago Vázquez Sangüesa, Licenciado en Náutica y Transporte, y director del Grupo Alvargonzález en Asturias.