Alfredo Noval (Gijón, 1928-2001) fue la voz de la naturaleza asturiana, su intérprete más cualificado. Abrió camino a la divulgación naturalista en la "Gran Enciclopedia Asturiana" (1970-75) y en las páginas de la revista "Asturnatura", surgida de su iniciativa en el seno de ANA, grupo pionero del ecologismo español, en cuya fundación y primeras campañas participó Noval decisivamente. Los dos primeros números de "Asturnatura" (1973-74), dirigidos por él, también sentaron un precedente en la investigación de campo, en la educación ambiental y en la conservación. Creía en la educación como vía más segura y duradera a la conservación, y en esa idea fundamentó sus publicaciones.